Si los precios continúan subiendo al ritmo que lo hicieron durante los primeros meses de 2007, la inflación real de la economía llegaría a 19,7% este año. El alarmante dato se desprende de las estimaciones que realizaron técnicos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) y que difundió El Cronista la semana pasada. Los analistas descuentan que la inflación verdadera será mayor a la que dice el Gobierno a través de un Indec intervenido y desprestigiado. Así se espera que las cifras oficiales muestren un alza cercana a 10% este año, aunque la variación real estaría cerca de 15% conforme a otros indicadores que reflejan subas de costos o rentabilidad.Para el Indec, en los primeros cinco meses la inflación fue de sólo 3,4%.
Según técnicos del organismo de estadísticas, sin la intervención oficial las alzas reales de precios fueron de hasta 2,1% en enero, de 0,7% en febrero, de hasta 2,2% en marzo y 1,8% en abril. Tomando un promedio del rango probable, el primer cuatrimestre cerró con una inflación de 6,2%, que anualizada, es decir manteniendo la misma tendencia, arrojó el valor crítico de 19,7%. Es por este motivo que una posible alza de precios real cercana a 20% obligó a considerar un escenario diferente en el que las luces amarillas de alerta se vuelven rojas.
Para el economista Federico Muñoz, los primeros meses del año son los peores en materia de precios, tanto por el reacomodamiento estacional como por la suba de precios en turismo, y por lo tanto es de esperar que en el segundo semestre estás presiones no influyan.
Sin embargo, en lo que resta del año jugarán dos factores clave. En primer lugar, las expectativas de inflación, ya que los magros resultados del sistema de control de precios, llevado adelante por el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, hizo que empresarios y consumidores estén alerta ante cualquier señal inflacionaria.
Pero por otro lado, las elecciones presidenciales de fin de octubre permitirían anticipar un incremento de la expansión fiscal y monetaria para mantener en alza la demanda. Aumentos a jubilados y al salario mínimo serían medidas en esta dirección a tomar previas a los comicios.
Pasado de gris oscuro
La semana pasada, en las jornadas Monetarias y Bancarias del Banco Central, la alta inflación fue el punto principal sobre el cual analistas nacionales e internacionales se mostraron preocupados. Sobre la necesidad de reducir la suba de precios a un dígito coincidieron Mario Blejer, del Banco de Inglaterra, Andrew Crockett, de JP Morgan y Raghuram Rajan, ex economista jefe del FMI, entre otros invitados.
También la ministra de Economía, Felisa Miceli, se mostró preocupada por el ritmo de los precios durante la reunión que mantuvo el último jueves con periodistas.
Los costos de materiales para la construcción, los precios implícitos del Producto Interno Bruto (PIB) y los precios de los bienes en shoppings, entre otros índices alternativos de precios, tuvieron en los últimos doce meses un alza entre 12% y 14%. También la inflación en las provincias, donde los controles de Comercio Interior son menores, superan el 15% de forma anualizada.
Pero los cambios metodológicos implementados por Moreno y su delfín en el Indec, Beatriz Paglieri, hicieron factible que el rubro esparcimiento muestre una desaceleración de 2% en el año, y turismo 12%. También las frutas reflejaron una deflación de 14%. |