Batalla por lo medios. Con sus deudas licuadas, el Grupo Clarín vuelve al ataque con el apoyo del gobierno, que no quiere críticas en un año electoral. Nunca le gustó perder A fines de 2001 el Grupo Clarín era una de los conglomerados empresarios más endeudados con el exterior. Por este motivo fue uno de los principales inspiradores de la pesificación asimétrica, junto con un puñado de grandes empresas que se cuentan entre el privilegiado y reducido número de los beneficiados con esa decisión, mientras que cientos de miles de ahorristas y fondos de jubilación vieron licuados irremediablemente sus activos. En la política siempre hay ganadores y perdedores y al Grupo Clarín nunca le gustó perder. "Ley Clarín" El gran endeudamiento hizo temer a los directivos del Grupo que los acreedores extranjeros, utilizando diferentes herramientas legales, llegaran a quedarse con el diario, los canales de cable y las radios que el Grupo controla. Como alternativa a esa posibilidad, el Grupo movió de manera hábil sus fichas parlamentarias y logró aprobar rápidamente la denominada "Ley Clarín", que prohibió a los extranjeros acceder a la propiedad de medios de comunicación, que quedaron catalogados como "bienes culturales". Exceptuados de esta imposibilidad quedaron los estadounidenses, que están autorizados a adquirir hasta el 100% de cualquier medio de comunicación: beneficios que trae ser potencia hegemónica, seguramente... Otra modificación de la ley de radiodifusión Aventado el peligro y recuperada la tranquilidad gracias a la limitación impuesta a los extranjeros y a la pesificación asimétrica de sus deudas, el Grupo Clarín advirtió que necesitaba socios para mantener su posición. Como en el país nadie alcanzaba los niveles de inversión necesarios y las leyes de transparencia norteamericanas hacen poco probable que un inversor de ese origen se interese por sus negocios, Clarín inspiró un nuevo cambio legislativo, esta vez para permitir que los extranjeros pudieran acceder hasta un 30% de la titularidad de los medios de comunicación. Fue así como el Grupo Clarín alentó otra modificación de la ley nacional de radiodifusión en este punto. Pero el cambio legal permitió el acceso de nuevos jugadores al mercado. Es el caso del Grupo PRISA, un conglomerado español, que opera en América Latina, propietario del diario El País. PRISA adquirió Radio Continental y otras radios del interior que le fueron adjudicadas por Julio Bárbaro, a cargo del COMFER y por decreto del presidente Kirchner. Capacidad de movimientos El Grupo Clarín siempre vio a PRISA como posible candidato a socio para sus deficitarios negocios, por lo que ordenó favorecer cualquier obstáculo que pudiera tener en su desarrollo independiente en la Argentina. Fue así como una ignota radio de Esquel recibió la asistencia jurídica necesaria para plantear una acción judicial que impidiera la adjudicación de Radio Continental de la Capital Federal a PRISA, medida que rápidamente fue admitida por el juez federal de aquella zona. Resulta llamativo y preocupante que ahora se haya logrado que una Cámara Federal en lo Contencioso Administrativo confirme la decisión, lo que configura todo un llamado de atención sobre la capacidad de movimientos que el Grupo Clarín mantiene. Habrá que esperar que pasen las elecciones Desde luego nada de esto sería posible si el gobierno nacional no bendijera la movida. Al fin y al cabo estamos en un año electoral y a pesar de la fama que Clarín sobrelleva, enfrentarse en un año electoral no sería conveniente. Habrá que esperar que pasen las elecciones para ver quien cobra la última factura. Síntesis Informativa. Mayo 2007. |